¿Y si mañana desaparecieran la mayoría de los trabajos? ¿Y si las máquinas pudieran escribir, programar y gestionar mejor que nosotros? La idea de una sociedad sin trabajo — antaño utopía o pesadilla — resurge a medida que la inteligencia artificial penetra en todos los sectores. En El fin del trabajo: ¿es posible una sociedad sin empleo?, Léwis Verdun ofrece un análisis lúcido basado en los últimos estudios de 2024-2025 para distinguir el mito de la realidad.
Una revolución del trabajo, no su desaparición
Los discursos alarmistas anuncian con frecuencia el fin del trabajo humano. Sin embargo, los datos muestran una imagen más matizada: la automatización transforma los empleos más de lo que los destruye.
Según los estudios recopilados en este mini-libro, más del 75 % de los trabajadores del conocimiento ya utilizan la inteligencia artificial para redactar, planificar o analizar. Sin embargo, el empleo global no se derrumba. Las tareas evolucionan, se desplazan, se amplían.
Así, la secretaría se convierte en gestión de flujos digitales, la comunicación se fusiona con la narración de datos y la artesanía se reinventa gracias a la fabricación asistida. Verdun recuerda que cada revolución tecnológica — desde la máquina de vapor hasta Internet — ha despertado miedo antes de crear nuevos oficios.
Pero también advierte: la adaptación no es automática. Requiere formación, acompañamiento y políticas públicas activas.
La inteligencia artificial como motor de desigualdades
La automatización no afecta a todos por igual. Los jóvenes trabajadores, los empleados administrativos y los trabajadores de servicios son más vulnerables a la sustitución. En cambio, los empleos relacionados con la salud, la educación, la creatividad y las relaciones humanas parecen más resilientes.
Verdun presenta un indicador clave: el índice de exposición a la IA, utilizado por organismos internacionales. Este índice revela una creciente polarización: por un lado, los empleos altamente calificados que usan la IA para aumentar su productividad; por otro, los puestos que se reducen o precarizan.
El autor aboga por una economía de la competencia más que de la sustitución. El desafío no es reemplazar al humano, sino darle los medios para trabajar con la máquina.
Hacia una sociedad aumentada: semana de cuatro días e ingreso universal
El libro dedica una parte apasionante a las experiencias sociales que surgen frente a esta transformación.
Desde la semana laboral de cuatro días probada en el Reino Unido y España hasta la implementación de ingresos básicos en regiones escandinavas, las iniciativas se multiplican para adaptar la sociedad a un futuro donde la productividad ya no depende del tiempo de presencia.
Verdun se apoya en varios informes europeos para demostrar que estas políticas no marcan el fin del trabajo, sino una reorganización de su sentido y de su tiempo. Los resultados son alentadores: mejor salud mental, productividad estable y mayor compromiso.
La idea de un ingreso básico universal sigue siendo debatida, pero responde a la misma lógica: reconocer el valor de las actividades no remuneradas (educación, cuidado, voluntariado) y garantizar una transición digital justa.
El empleo del mañana: híbrido, creativo y humano
Más que anunciar el fin del trabajo, Verdun nos invita a imaginar un futuro donde el trabajo sea más fluido y significativo.
Las fronteras entre empleados, autónomos y creadores de contenido se difuminan. Las competencias más valiosas ya no serán técnicas, sino transversales: creatividad, empatía, pensamiento crítico y adaptabilidad.
El libro también examina el auge del trabajo por encargo y del emprendimiento individual, impulsados por las plataformas digitales. Si bien estos modelos ofrecen una flexibilidad inédita, también plantean preguntas sobre la protección social y la regulación de los datos personales.
En esta nueva economía del sentido, la misión de las empresas cambia: ya no se trata solo de producir, sino de dar sentido a la producción. Las organizaciones que combinen automatización y humanismo serán las grandes ganadoras de la próxima década.
Formar, acompañar y regular: las tres claves de la transición
Para que la sociedad sin empleo no se convierta en una sociedad sin esperanza, Verdun destaca tres prioridades:
Formar: reforzar las competencias digitales, cognitivas y emocionales.
Acompañar: crear programas de reconversión ágiles y accesibles.
Regular: garantizar el uso ético y transparente de la inteligencia artificial.
Estos tres pilares, apoyados por políticas colectivas, pueden transformar una crisis temida en una oportunidad histórica.
Un libro para comprender y actuar
Este mini-libro no solo analiza, sino que invita a la acción. Claro y bien documentado, sintetiza los principales estudios (OCDE, FMI, Eurostat, Gartner, Pew Research, Banco Mundial) y ofrece una guía práctica para líderes, estudiantes y ciudadanos.
Lejos del catastrofismo, Verdun recuerda que el futuro del trabajo depende de nuestra capacidad para inventar nuevas formas de contribuir.
La inteligencia artificial no pone fin al trabajo; redefine su propósito.
Descargue hoy El fin del trabajo: ¿es posible una sociedad sin empleo? en FIVE MINUTES y participe en el debate global sobre el futuro del trabajo.




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